A veces a lo largo de nuestra vida nos encontramos con personas que consciente o inconscientemente nos perjudican. La energía negativa que despliegan a nuestro alrededor puede impedirnos vivir tranquilos y en paz. Normalmente se suele tratar de personas que no deseamos que sigan influenciando nuestro entorno y que necesitamos que desaparezcan o al menos se mantengan en un segundo plano. Son personas a la que no le deseamos ningún daño, pero no queremos que estén con nosotros.